Intel QuickSync. Qué es y para qué sirve.

Intel QuickSync. Qué es y para qué sirve.

El contenido multimedia es una de las principales fuentes de entretenimiento en la actualidad. Gracias a plataformas como Netflix o YouTube, el auge de este tipo de contenido está siendo imparable. Por otro lado este contenido cada vez es de mayor calidad y tiene mayor resolución.

Durante todo este tiempo, han surgido diversas técnicas y métodos para comprimir el vídeo, pero a la hora de reproducir el contenido, debe ser descodificado, proceso que consume bastantes recursos. Ocurre lo mismo a la hora de producir contenido multimedia. Cada vez más personas se animan a subir contenido a plataformas como YouTube.

Estos vídeos cada vez tienen mayor resolución y mayor calidad, por lo que a la hora de exportarlos se recurre a técnicas de compresión para que su tamaño sea menor.

Intel QuickSync ayuda a realizar este proceso de codificación y descodificación liberando trabajo a la CPU para destinar esos recursos que utilizaría el proceso de codificación y descodificación a otras tareas.

La iGPU es la responsable

Durante mucho tiempo hemos afirmado que la GPU integrada de los procesadores Intel es muy sencilla y no sirve para tareas de alto rendimiento. Esta GPU es perfecta para utilizar aplicaciones que no requieran de una excesiva carga gráfica.

Cuando necesitamos utilizar programas exigentes a nivel gráfico como juegos o editores de vídeo, recurrimos a tarjetas gráficas dedicadas como son las de Nvidia o AMD. De hecho, en muchos equipos destinados a estas tareas, la iGPU jamás se ha utilizado.

Ahora, gracias a QuickSync, la gráfica integrada podrá trabajar junto con la dedicada para realizar las tareas de codificación más rápidamente, lo que reducirá el tiempo que se tarda en exportar un vídeo.

Comparativa de rendimiento

No podíamos terminar este artículo sin realizar una comparativa entre exportar un vídeo utilizando la gráfica integrada ayudando al procesador y hacerlo utilizando solo y exclusivamente la CPU. La prueba se ha realizado utilizando el programa de edición de vídeo Adobe Premiere Pro en su versión más reciente (2019). El sistema operativo utilizado ha sido Windows 10 Home de 64 bits en su versión más reciente fuera del canal insider (17763.134).

La versión del driver de la gráfica de Intel es la 24.20.100.6194 publicado el 20/06/2018. Durante la prueba se ha realizado una monitorización constante de las temperaturas para comprobar que no existiera thermal throttling en ningún monemto.

El equipo utilizado está compuesto por un Intel Core i7 6700K @ 4.4 GHz, 16 GB de RAM a 2400 MHz CL15 en dual channel, una placa Gigabyte Z170X Gaming 3 y un SSD Samsung 750 EVO. Vamos a ver los resultados obtenidos.

Gráfica de tiempo
Gráfica de uso de recursos

Hablaremos en primer lugar del tiempo. En el caso de la prueba sin QuickSync obtenemos un tiempo de 32 minutos y 46 segundos. En la prueba con QuickSync ese tiempo baja a 19 minutos y 56 segundos, lo que es aproximadamente un 40% menos de tiempo.

Si hablamos de consumo de recursos, sin utilizar QuickSync toda la carga de trabajo cae sobre el procesador, por lo que este se encuentra al 100% de uso. Si activamos QuickSync el uso de CPU baja al 40%, lo que nos deja el procesador libre para poder realizar otras tareas mientras se exporta el vídeo. En cuanto a la GPU, sin utilizar QuickSync la GPU no se está utilizando por lo que su uso es del 1%. Cuando activamos QuickSync el trabajo recae sobre la gráfica, por lo que su uso sube al 95%.

Por otro lado, también he observado que al utilizar QuickSync las temperaturas en el procesador son menores y el consumo energético también baja con respecto a no utilizar QuickSync.

Después de analizar los datos sin ninguna duda merece la pena utilizar la iGPU para ayudar al procesador en las tareas de exportado de vídeos, ya que la mejora de rendimiento es significativa sin gastar dinero adicional, porque recordemos que la gráfica integrada viene incluída en cada uno de los procesadores Intel Core i3, i5 o i7 que tenemos en nuestros PC.