Intel y la situación actual de los procesadores de PC
Durante muchos años, Intel ha sido el rey absoluto en el mercado de procesadores. La inmensa mayoría de equipos montaban sus CPUs, que daban un buen rendimiento con un consumo y temperaturas apropiados.
En 2017 AMD lanzó su nueva apuesta para el mercado de procesadores de PC utilizando la nueva arquitecrura Zen. El resto de la historia todos la conocemos.
Intel se vió sorprendida por unos Ryzen 7 con configuración de 8 núcleos y 16 hilos que en potencia multinúcleo superaba ampliamente a su i7 7700K con tan solo 4 núcleos y 8 hilos. A partir de ahí Intel ha tenido que reaccionar y así vimos el i7 8700K que subió a 6 núcleos y 12 hilos y el recién presentado i9 9900K con 8 núcleos y 16 hilos.
Intel en problemas
Durante muchos años, el fabricante azul de procesadores no ha tenido ningún otro fabricante con productos a la altura como para hacerle sombra, por lo que en vez de innovar, se relajaron. Hoy en día AMD está ejerciendo una fuerte competencia e Intel lo está notando.
En primer lugar debemos mencionar el proceso de fabricación en 10nm. Los 10nm ya se llevan aplicando dos años en el mercado de los procesadores móviles, desde el Apple A10 y el Qualcomm Snapdragon 835.
Por otro lado, en el mundo gráfico Nvidia ya se encuentra en los 12nm con Turing, al igual que los Ryzen 2000. A Intel se le ha atragantado este proceso de fabricación y después de numerosos retrasos, les está costando conseguir sacarlo adelante.
Pero los 10nm ya no son el único problema para Intel. Desde hace un par de meses hasta hoy hemos visto como los precios de sus procesadores no paran de subir llegando a encontrar el i3 8100, que debería valer unos 120€ por 180€, el i5 8400 que debería valer sobre los 170€ por 300€ y el i7 8700K que debería costar alrededor de 330€ por 460€. Esto se debe a una gran escasez de estos procesadores y es que Intel no da a basto a fabricar lo que la demanda exige.
Lo normal sería abrir nuevas líneas de producción, pero es una inverión muy costosa que no tiene demasiado sentido teniendo en cuenta que los 10nm están proyectados para el año que viene. Por otro lado, Intel también se ha visto obligada a fabricar los chipset a 22nm, proceso de fabricación que utilizaba Haswell (4ª generación).
AMD por su parte, está manteniendo unos precios muy competitivos con el Ryzen 3 2200G por 110€, el Ryzen 5 2600 por 185€ y el Ryzen 7 2700X por 340€, que están haciendo mucho daño a Intel.
Cómo no hacer un procesador de servidor
En el pasado evento donde se presentaron los nuevos procesadores de novena generación, Intel también nos presentó un Xeon de 28 núcleos. Durante la pasada Computex también pudimos ver un Xeon de 28 nucleos overclockeado y refrigerado por un sistema de refrigeración industrial.
Cuando AMD presentó el Threadripper 2990WX de 32 núcleos (que no requería de ese sistema de refrigeración absurdo), Intel retiró de su stand ese procesador de 28 núcleos. Este procesador recibe el nombre de Xeon W-3175X hablamos de una CPU de 28 núcleos y 56 hilos que corre a 3.10 GHz de base y alcanza los 4.3 GHz en modo turbo.
Pero el dato que más ha llamado la atención es que Intel ha utilizado pasta térmica en vez de soldadura para relizar la transferencia de calor del microprocesador al encapsulado.
Estamos hablando de un procesador de servidor que tendrá un precio desorbitado y que, a demás, no será fresco debido a la cantidad de núcleos que tiene, y a Intel no se le corre otra idea mejor que utilizar la misma pasta térmica de mala calidad que lleva utilizando todos estos años anteriores en la gama de consumo y que también aplicó el año pasado a la gama profesional.
Sin duda es un movimiento muy extraño que ha llamado la atención de todos los enusiastas del hardware y que deja a este procesador (al menos en el apartado térmico) en desventaja frente a su competencia.
Teniendo en cuenta lo mal que lo está pasando Intel en estos momentos no es lo que nos esperaríamos encontrar en un procesador de estas características.